Blog 25 de febrero de 2020

Cómo influye el comportamiento en las redes sociales en las compras de falsificaciones

Protección de marca

El 8% de los consumidores estadounidenses compra marcas de diseño falsas para quedar bien y el 5% miente para promocionar productos de lujo o una marca, según un nuevo estudio de Corsearch.

Esta tergiversación intencionada tiene un impacto enormemente perjudicial y subraya los retos a los que se enfrentan las marcas para mantener el control sobre la percepción del consumidor y la calidad de su experiencia digital.

La falsificación y otras infracciones en las redes sociales constituyen un enorme problema que las marcas no pueden permitirse ignorar.

Más de una cuarta parte (26 %) de los consumidores estadounidenses han sido engañados para comprar productos falsos en los últimos 12 meses, y esto se ve impulsado por el volumen de falsificaciones en las plataformas de redes sociales. En 2019 se descubrieron 56 769 cuentas activas que promocionaban falsificaciones en Instagram, lo que supone un aumento de más del 171 % en comparación con los tres años anteriores (20 892 cuentas falsificadas)[1].

Una búsqueda rápida en Instagram o Facebook de artículos de lujo de gama alta da lugar a cientos de publicaciones que anuncian productos falsos a la venta. También abundan las falsificaciones de cosméticos, que ponen a los consumidores en contacto directo con ingredientes nocivos.

Con un 45 % de la población mundial que ya es usuaria activa de las redes sociales (The Next Web 2019), la falsificación en línea supone un riesgo mayor que nunca para los consumidores y las marcas.

El 5% de los consumidores estadounidenses admite haber pagado por seguidores falsos en las redes sociales (una táctica empleada por algunos influencers en ciernes), lo que pone de manifiesto que la tergiversación es un problema muy extendido en Internet.

En el pasado se ha descubierto que varias personalidades influyentes promocionaban productos falsificados. Haciendo la vista gorda o sin ser conscientes de la verdadera naturaleza de los productos, estos usuarios de alto perfil de las redes sociales han vendido productos falsificados a millones de sus fieles seguidores.

En 2018, se reveló que los influencers Emma Cakecup y Oltean Vlad promocionaban sitios web que ofrecían productos falsificados como relojes[2] a una base combinada de seguidores de más de 1 millón de consumidores.

Aunque se han dado varios casos de influencers que promocionaban a sabiendas productos falsificados, hay muchas personalidades en línea que simplemente no verifican los productos, lo que posiblemente lleva a la venta de peligrosos productos falsificados desde sitios de comercio electrónico.

En una investigación de la BBC de 2019[3], se pidió a tres conocidos influencers que promocionaran una bebida dietética falsa que contenía cianuro, una sustancia química altamente tóxica. El trío aceptó pese a no haber probado la bebida ni comprender los peligros que entrañaban sus ingredientes.

El 30 % de los compradores en línea afirman ahora que es probable que realicen una compra en una red social como Facebook, Pinterest, Instagram, Twitter o Snapchat[4]. Los infractores han reconocido la adopción de las plataformas sociales de compra en todo el mundo, y ahora las utilizan para promocionar versiones falsas de productos de marcas líderes.

Plataformas establecidas como Facebook, WeChat y Douyin [5] tienen funciones de comercio electrónico incorporadas o previstas. Los infractores la utilizan para enlazar productos en sus publicaciones a sitios de comercio electrónico. A continuación, promocionan estas publicaciones y utilizan anuncios específicos para dar a conocer las falsificaciones a un público más amplio.

También están surgiendo rápidamente plataformas de compra en grupo, como Pinduoduo, en las que los consumidores se agrupan para adquirir productos al por mayor, con descuento, directamente de los fabricantes.

Las plataformas de redes sociales sin funciones de comercio electrónico también son cotos de caza clave para los falsificadores, ya que el 60% de los usuarios de Instagram afirman que encuentran nuevos productos en la plataforma[6].

Los malos actores dirigen a los consumidores a sitios web ilegítimos de bajo perfil. A menudo, se envían a los usuarios enlaces por mensaje privado a transacciones en servicios como PayPal, AliPay u otros equivalentes. Esto supone un quebradero de cabeza adicional para los propietarios de marcas y justifica el uso de tecnología avanzada de comparación de imágenes para localizar a los vendedores responsables.

El 29% de los consumidores estadounidenses cree que las marcas deberían hacer más para impedir la compra de productos falsificados en Internet, según un estudio de Corsearch. Las marcas deben adoptar un doble enfoque para proteger a los consumidores de las perjudiciales falsificaciones en las redes sociales.

1. Colaboración

Es imperativo establecer sólidas relaciones de trabajo con las plataformas de medios sociales, unirse a las asociaciones de lucha contra la falsificación y colaborar con las fuerzas del orden para hacer frente a las redes delictivas a gran escala que operan a escala mundial.

Los datos sobre la actividad de los infractores y las tácticas de ocultación pueden compartirse y utilizarse conjuntamente. Por ejemplo, las plataformas de redes sociales pueden permitir a los investigadores acceder a grupos cerrados para localizar a los infractores y cerrar sus operaciones.

2. Sensibilización de los consumidores

Los consumidores también deben ser conscientes de los peligros de comprar falsificaciones y de cómo detectarlas en Internet. La investigación de Corsearch revela que el 29 % ha comprado o se plantearía comprar juguetes falsos, falsificaciones con consecuencias potencialmente devastadoras si se dan a los niños.

Las campañas de concienciación de los consumidores que abarcan todos los canales digitales de las marcas son fundamentales. Estas campañas deben contener guías que indiquen a los consumidores cómo detectar las falsificaciones y los canales oficiales en los que solo deben comprar.

Algunas marcas van un paso más allá y ofrecen un formulario o una herramienta en línea en su sitio web para que los consumidores denuncien los artículos sospechosos de falsificación. Esto alerta a la marca de la existencia de un producto especialmente visible y de alto riesgo que podría ser fácilmente adquirido por consumidores involuntarios, lo que les permite retirarlo rápidamente.

Las marcas no deberían cargar con el peso de la actividad delictiva en Internet. Por eso estamos impulsando una colaboración más estrecha entre marcas, plataformas y reguladores. Solo con un esfuerzo conjunto y concertado se podrá impedir que las sofisticadas redes delictivas mundiales hundan sus raíces en las plataformas en línea.

Hable hoy mismo con uno de nuestros expertos para saber cómo la tecnología de Corsearch puede ayudarle a identificar y eliminar las grandes redes de falsificación que explotan su marca en las redes sociales.

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